Partía como favorito al título, aunque era su hermano el que había ganado el Circuito, y se lo tomó en serio desde el primer momento. Comenzó en la Mateo Grijuela con 152 bolos -la mejor marca en un regional de esta categoría- y ahí se acabó el campeonato para el resto, porque Mario Pellón no dio ninguna opción al resto de participantes, ni tan siquiera a su hermano Ángel, con el que todo el mundo pensaba que iba a disputar la final, pero Luis Torres lo impidió.
El jugador de la Peña J. Cuesta puso además la guinda a un campeonato prácticamente perfecto con la primera bola del tiro de la última mano, momento en el que superó el récord que desde 2010 (Borleña) estaba en poder de Gabriel Cagigas. Catorce bolos más han sido los que ha derribado Mario Pellón, que se proclamó campeón regional juvenil con 704 bolos, con registros de 130, 152, 130, 148 y 144. Aquí hay futuro… y del bueno.
El torrelaveguense, con potentes genes pasiegos, estuvo acompañado en el podio por un Luis Torres (Boo de Piélagos), que supo aguantar los envites de los que venían por detrás para hacerse con una meritoria medalla de plata, con 613 bolos. El bronce fue para Ángel Pellón (La Rasilla), con 491; y la cuarta posición para Marcos Lavín (J. Cuesta), con 473.
Serafín Bustamante y Eugenio de Juana, presidentes de la Federación Cántabra de Bolos y del Club Bansander, presidieron la competición, acompañados por varios directivos de ambas entidades. Sobresaliente también fue la organización, que corrió a cargo de la Peña Club Bansander, que siempre que se pone manos a la obra nunca defrauda. Buena presencia también de aficionados en Cueto.