Tras un fin de semana largo e intenso, es momento de hacer balance de lo vivido alrededor de la organización del Campeonato Regional de 1ª Categoría Individual, una de las citas más importantes del calendario bolístico, donde los 16 mejores jugadores de la pasada temporada se han disputado el título regional en dos intensas jornadas de viernes y sábado.
En primer lugar, es de justicia felicitar al campeón, Víctor González, que cumplió con los pronósticos y demostró, una vez más, por qué es uno de los grandes referentes de nuestro deporte. Con un total de 734 bolos, Víctor se alzó con su quinto título regional, dominando con autoridad de principio a fin. ¡Enhorabuena, Víctor!
Al margen del flamante campeón, no podemos dejar pasar la oportunidad de hablar de un jugador que ha emocionado especialmente a la familia Bansander: Luis Vallines. Luis defendió nuestros colores en las temporadas 2015 y 2016 y, ahora, casi una década después de crecimiento y madurez bolística, disputaba su primer Campeonato Regional de 1ª Categoría, y podemos decir que lo hacía en casa. Su gran actuación le llevó a lograr un más que merecido y muy meritorio subcampeonato, con 693 bolos. Un debut soñado, con talento, entrega y serenidad, que ha sido celebrado por todos los presentes. ¡Enhorabuena, Luis, te lo mereces!
Completaron el podio dos incombustibles del panorama bolístico: Óscar González y Alfonso Díaz, que volvieron a demostrar por qué siempre están entre los mejores. Con experiencia, solidez y calidad, pusieron el broche a un campeonato de enorme nivel competitivo.
Al margen de lo puramente deportivo, antes de la gran final vivimos un momento muy especial: el reconocimiento a la figura de Toño Gómez, por su incansable e impagable labor en favor de nuestro deporte, especialmente con los más pequeños, a los que desde nuestro Club nos gusta cuidar con especial cariño. Su dedicación y entrega han sido —y siguen siendo— fundamentales para el crecimiento de los bolos. Gracias, Toño. Gracias por tanto.
Y siguiendo con los agradecimientos, queremos dar las gracias, en primer lugar, a todo el público que llenó las gradas durante todo el campeonato. Vuestra presencia ha contribuido a crear un ambiente inmejorable. Gracias por hacer afición.
Nuestro agradecimiento también al Ayuntamiento de Santander, al Instituto Municipal de Deportes y a su servicio de mantenimiento, por su atención y apoyo constante en todo lo necesario para que el evento luciese a la altura que merece; a la Federación Cántabra de Bolos, por confiar en nosotros; a todos los jugadores, por el espectáculo ofrecido; y a nuestros patrocinadores y colaboradores habituales, por estar siempre ahí.
Por último, no podemos olvidarnos de todos aquellos que forman esta familia, la familia Bansander. Su implicación en todo momento ha hecho que todo pareciera fácil, incluso en un campeonato que hasta el último momento no sabíamos si se disputaría o no, lo que ha dificultado aún más las cosas, con infinitas llamadas de teléfono e incertidumbre, mucha incertidumbre, porque mientras unos y otros debatían sobre lo justo o injusto, pocos, muy pocos, se pararon a pensar en que los grandes perjudicados éramos, además de los bolos, nosotros.
Han sido muchos meses y mucho tiempo invertido para que el evento rozara a la altura que merecía, la altura de todo un Campeonato Regional de 1ª Categoría. Y finalmente lo hemos conseguido sacar adelante, quizá no de la manera que hubiéramos imaginado, pero ha salido. Así que, una vez más, gracias a todos por vuestra implicación, familia. Seguiremos trabajando por nuestro deporte, seguiremos trabajando por los bolos, para que, como decía Beatriz Pellón, nuestra concejala de deportes, “los bolos no solo se ‘pinen’, sino que se derriben”.
¡Gracias a todos!